Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento y treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han alcanzado a los días de los años de la vida de mis padres, en los días de su peregrinación.
Porque ¿quién sabe lo que sea bueno para el hombre durante su vida, el corto número de los días de su vida vana, los cuales se le pasan como una sombra? ¿pues quién anunciará al hombre lo que ha de ser después de él debajo del sol?