Por lo cual estos presidentes y sátrapas se reunieron atropelladamente al rededor del rey, y le hablaron de esta manera: ¡Rey Darío, vive para siempre!
Y dije al rey: ¡Viva el rey para siempre! ¿Por qué no ha de estar triste mi rostro, cuando la ciudad de los sepulcros de mis padres está desierta, y sus puertas quemadas a fuego?
Entonces hablaron los caldeos al rey en siriaco, diciendo: ¡Oh rey, vive para siempre! Refiere el sueño a tus siervos, y nosotros manifestaremos la interpretación.
¶Empero la reina, con motivo de las palabras del rey y de sus grandes, entró en la sala del banquete. Habló la reina, y dijo al rey: ¡Oh rey, vive para siempre! ¡no te aterren tus pensamientos, ni se te muden los colores!
Y habiendo sido llamado éste, comenzó Tértulo a acusarle, diciendo: ¶Ya que por tu medio disfrutamos de mucha paz, y que reformas son efectuadas para esta nación por tú precisión,