El árbol que has visto, que crecía y se hizo fuerte, y cuya altura llegaba al cielo, de modo que se alcanzaba a ver desde los extremos de toda la tierra;
Al estruendo de su caída hice temblar las naciones, cuando lo hice descender al sepulcro, con los que bajan al hoyo; y fueron consolados en la tierra de abajo todos los árboles del Edén, los más escogidos y mejores del Líbano, todos los que eran regados de las aguas.
He aquí que el Asirio era como un cedro en el Líbano, de ramas hermosas, y de sombra espesa, y de encumbrada elevación; y su cúspide estaba entre las o nubes.
cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas habitaban las aves del cielo;-