respondió pues, ydijo a Arioc, capitán de la guardia del rey: ¿Por qué causa es tan urgente este decreto de parte del rey? Entonces Arioc enteró a Daniel del asunto.
Y por lo mismo que la palabra del rey fué urgente, y el homo excesivamente caliente, la llama del fuego mató a aquellos hombres que alzaron a Sadrac, Mesac y Abed-nego.