Y el resto del pueblo que había quedado en la ciudad, con los desertores que habían pasado a él, y el residuo del pueblo que aun quedaba, los deportó a Babilonia Nebuzaradán, capitán de la guardia.
¶y en el mes quinto, a los diez del mes, que fué el año diez y nueve del rey Nabucodonosor rey de Babilonia, Nebuzaradán capitán de la guardia real (uno que solía estar en presencia del rey de Babilonia) vino a Jerusalem.
respondió pues, ydijo a Arioc, capitán de la guardia del rey: ¿Por qué causa es tan urgente este decreto de parte del rey? Entonces Arioc enteró a Daniel del asunto.
¶Por tanto fué Daniel a Arioc, a quien había comisionado el rey para destruir a los sabios de Babilonia: entró, y así le dijo: ¡No mates a los sabios de Babilonia! ¡llévame delante de la presencia del rey, y yo le mostraré al rey la interpretación!