Muchos serán purificados y emblanquecidos y acrisolados; pero los malos seguirán haciendo maldades; y no entenderá ninguno de los malhechores; mas los sabios entenderán.
¡Venid pues, y arguyamos juntos, dice Jehová! ¡Aunque vuestros pecados fuesen como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque fuesen rojos como el carmesí, como lana quedarán!
Y los sabios de entre el pueblo instruirán a muchos; pero irán tropezando y cayendo, muchos días, a causa de la espada, de las llamas, del cautiverio y del saqueo.
Por eso algunos de los sabios tropezarán, para que sean acrisolados, y purificados, y emblanquecidos, hasta el tiempo del fin: porque todavía es para el tiempo determinado.
Entonces los que sean sabios brillarán como el resplandor del firmamento, y los que hayan vuelto a justicia a muchos, como las estrellas para siempre y eternamente.
¿Quién es el sabio que entenderá estas cosas, el prudente que las conocerá? porque rectos son los caminos de Jehová, y los justos andarán en ellos; mas los transgresores, en ellos caerán.
Y traeré esta tercera parte por el fuego, y los acrisolaré como se acrisola la plata, y los probaré como se prueba el oro; ella clamará a mí, y yo le responderé: diré: ¡Pueblo mío es! y ella dirá: ¡Jehová es mi Dios!
pues que se sentará como acrisolador y purificador de la plata; y purificará a los hijos de Leví, y los afinará como el oro y la plata, para que presenten a Jehová ofrenda en justicia.
Pilato entonces le dijo: ¿Eres, pues, rey? Respondió Jesús: Tú dices que soy rey. Yo para esto nací, y a este intento vine al mundo,para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.
Y esto erais algunos de vosotros: mas habéis sido lavados, mas habéis sido santificados, mas habéis sido justificados, en el nombre del Señor Jesucristo, y por el Espíritu de nuestro Dios.
el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.
Porque aquéllos en verdad nos castigaron por unos pocos días, según les parecía; mas éste, para nuestro provecho, para que participemos de su santidad.
Habiendo purificado vuestras almas, en virtud de vuestra obediencia a la verdad, para amor no fingido de los hermanos, amaos los unos a los otros fervientemente, con sencillo corazón;
para que la prueba de vuestra fe (la cual es mucho más preciosa que el oro que perece, aunque sea acrisolado por medio del fuego), sea hallada redundante en alabanza y gloria y honra, al tiempo de la manifestación de Jesucristo;
Sabemos empero que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento, para que conozcamos a aquel que es verdadero; y nosotros estamos en el que es verdadero, es decir, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y la vida eterna.
te aconsejo que compres de mí oro acrisolado en el fuego, para que seas rico; y ropas blancas, para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y colirio también, a fin de ungirte los ojos, para que veas.