sino que él se apoderará de los tesoros de oro y de plata, y de todas las demás cosas apetecibles de Egipto: y los Libios y los Etíopes seguirán suspasos.
Y descenderán a mí todos estos tus siervos, y se postrarán delante de mí, diciendo: Sal tú, con todo el pueblo que te sigue: y después de esto saldré. En seguida salió de la presencia de Faraón, ardiendo en ira.