Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Daniel 10:16

Biblia Version Moderna (1929)

Y he aquí que una como semejanza de los hijos de los hombres me tocó los labios; luego abrí mi boca, y hablé, y dije al que estaba delante de mí: ¡Señor mío, con la visión me acometieron de repente mis dolores, y no he retenido fuerza alguna!

Ver Capítulo Copiar

29 Referencias Cruzadas  

¶Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ah Señor! nunca he sido hombre elocuente, ni en tiempo pasado, ni desde que hablaste con tu siervo; sino que soy torpe de boca y torpe de lengua.

Mas él respondió: ¡Ah Señor! envía, te ruego, por mano de aquel que has de enviar.

Porque en la mucha sabiduría hay mucho enfado; y quien aumenta el saber, aumenta el dolor.

y con ella me tocó la boca, diciendo: ¡He aquí, ésta ha tocado a tus labios! ¡ya ha sido quitada tu iniquidad, y está perdonado tu pecado!

Luego Jehová extendió la mano, y tocó mi boca; y me dijo Jehová: He aquí que pongo mis palabras en tu boca.

Y por encima de la expansión que estaba sobre sus cabezas, había como la apariencia de una piedra de zafiro, a semejanza de un trono; y sobre la semejanza del trono, una semejanza como la apariencia de un hombre por encima de él.

Pero cuando yo hablare contigo, abriré tu boca, y les dirás: Así dice Jehová el Señor: ¡El que oye, oiga! ¡y el que desatiende, desatienda! porque casa rebelde son.

Y la mano de Jehová había estado sobre mí por la tarde, antes que llegase el que escapó, y había abierto mi boca; y estuvo sobre mí hasta que él vino a mí por la mañana; de manera que mi boca estaba ya abierta, y yo no estuve más mudo.

¶Y yo oí, pero no comprendí. Dije pues: Señor mío, ¿cuál será el resultado de estas cosas?

¶Entonces Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, fué aturdido por un momento, y sus pensamientos le espantaron. El rey pues respondió y dijo: ¡Oh Beltsasar, no te espante el sueño, ni su interpretación! Respondió Beltsasar, y dijo: ¡Señor mío, sea este sueño para los que te odian, y su interpretación para tus adversarios!

¶En cuanto a mí, Daniel, mi espíritu estaba adolorido en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me tenían asustado.

¶Aquí tuvieron fin sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron mucho, y palideció mi rostro: pero guardé el asunto en mi corazón.

¶Yaconteció que cuando yo, Daniel, había visto la visión, y procuraba entenderla, he aquí, se me puso delante una como semejanza de hombre;

Por lo cual él se acercó junto a donde yo estaba; y cuando se acercó, yo me despavorí, y caí sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo del hombre, que para el tiempo del fin es la visión.

Y cuando me habló, yo caí sin sentido, sobre mi rostro, en tierra; pero él me tocó, y me puso derecho en donde yo estaba.

¶Y yo Daniel quedé sin fuerzas, y estuve enfermo algunos días; después me levanté, y me puse a despachar los negocios del rey: pero estaba asombrado de la visión; mas no hubo quien la explicase.

sí, mientras aun hablaba en mi oración, el varón Gabriel, que yo había visto en visión al principio, habiendo volado arrebatadamente, me tocó como a la hora de la oblación de la tarde;

Y al instante fué abierta su boca, y suelta su lengua, y habló, bendiciendo a Dios.

porque yo os daré boca y sabiduría que todos vuestros adversarios no podrán contrarrestar, ni contradecir.

Respondió Tomás, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

Y él respondió: Ninguno de los dos, sino que soy el Príncipe del ejército de Jehová; ahora acabo de llegar. Entonces Josué cayó en tierra sobre su rostro, y adoró. Y díjole: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?

y en medio de los candelabros, a uno parecido al Hijo del hombre, vestido de ropa talar, y ceñido por el pecho con un ceñidor de oro.

¶Y Manoa rogó a Jehová, diciendo: Óyeme, Señor: yo te ruego que el varón de Dios que enviaste venga otra vez más a nosotros, y nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer.

Pero Gedeón contestó: ¡Ah, señor mío! si Jehová es con nosotros, entonces ¿cómo es que nos ha sobrevenido todo esto? ¿y en dónde están todas sus maravillas que nos han contado nuestros padres, diciendo: ¿No nos hizo subir Jehová de Egipto? Mas ahora Jehová nos ha desechado, y nos ha entregado en mano de Madián.

Mas él le contestó: ¡Ah, Señor! ¿con qué he de salvar yo a Israel? He aquí que mi parentela es la más pobre en Manasés, y yo soy el menor de la casa de mi padre.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios