Y al cabo de los diez días sus semblantes parecían mejores, y estaban más nutridos de carnes que los de todos los muchachos que comían de los manjares delicados del rey.
Sembráis mucho, mas recogéis poco; coméis, pero no os hartáis; bebéis, mas no os saciáis, os arropáis, pero no entráis en calor; y el que gana salario, lo gana para echar en saco roto.
De los sembrados esperabais mucho, y he aquí que resultó poco; y esto lo trajisteis a casa, mas yo lo quité con un soplo. ¿Por qué causa? dice Jehová de los Ejércitos. Porque mi Casa permanece desolada, mientras vosotros corréis cada cual a su propia casa.
Si no escuchareis, y si no hiciereis caso de ello, para dar gloria a mi Nombre, dice Jehová de los Ejércitos, entonces enviaré sobre vosotros una maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y también las he maldecido ya, porque no hacéis caso de mí.