Cantares 8:5

Biblia Version Moderna (1929)

¿Quién es ésta que viene subiendo del desierto, apoyada en su amado? Debajo de este manzano te desperté yo; allí tu madre tuvo dolores de parto por ti, allí tuvo dolores de parto aquella que te dió a luz.

Referencias Cruzadas

2 Crónicas 32:8

¡Con él está un brazo de carne; pero con nosotros está Jehová nuestro Dios, para ayudarnos, y para pelear nuestras batallas! Y el pueblo apoyóse en las palabras de Ezequías rey de Judá.

Salmos 63:8

Mi alma sigue ardorosa en pos de ti; tu diestra me sustenta.

Salmos 63:9

Pero aquellos que buscan mi alma para destruirla, bajarán a los más hondos abismos de la tierra.

Cantares 2:3

Como el manzano entre los árboles de la selva, así es mi amado entre los mancebos. Debajo de su sombra me senté con gran deleite, y su fruto fué dulce a mi paladar.

Cantares 3:11

¡Salid, oh hijas de Sión, y ved al rey Salomón, con la diadema con que le coronó su madre en el día de sus desposorios, es decir, en el día de la alegría de su corazón!

Cantares 3:4

Muy poco fué lo que hube pasado adelante de ellos, cuando encontré al que ama mi alma. Asíme yo de él, y no quise soltarle hasta que le hube introducido en la casa de mi madre, y en la cámara de aquella que me concibió.

Cantares 3:6

¿Quién es ésta, que viene subiendo del desierto, como columnas de humo, perfumada con mirra y olíbano, y con todos los polvos aromáticos del traficante?

Cantares 4:8

¡Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía, ven conmigo desde el Líbano! ¡Sal conmigo desde la cumbre de Amana, desde la cumbre de Senir y de Hermón, desde las guaridas de los leones, desde las montañas de los leopardos!

Cantares 6:10

¿Quién es ésta que tiende la vista como el alba; hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejército con banderas tremolantes?

Cantares 8:1

¡OH si tú fueras como un hermano mío, hermanito que mama los pechos de mi misma madre! entonces, cuando te hallara fuera, te besara, y nadie me despreciaría por ello.

Isaías 36:6

He aquí que confías en el báculo de esa caña cascada, es decir, Egipto, en quien si alguno se apoyare, le entrará en la mano, y se la traspasará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que confían en él.

Isaías 40:3

¡Voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová, enderezad en el yermo calzada para nuestro Dios!

Isaías 43:19

pues he aquí que voy a hacer una cosa nueva, ahora saldrá a luz, ¿no lo habéis de conocer vosotros? Sí, voy a proveer en el desierto camino, y ríos en el yermo.

Jeremías 2:2

Anda y clama a oídos de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: Acuérdome a tu favor, de la ternura de tu juventud, del amor de tus desposorios, cuando me seguiste por el desierto, en una tierra que no se sembraba.

Oseas 12:4

sí, luchó con el Angel, y prevaleció; lloró, y le hizo suplicación: en Bet-el también se encontraba con el Señor, y allí hablaba éste con nosotros;

Miqueas 3:11

Sus cabezas juzgan por premios, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y con todo, se apoyan en Jehová, diciendo: ¿Acaso no está Jehová en medio de nosotros? ¡no vendrá pues sobre nosotros ningún mal!

Juan 13:23

Estaba recostado sobre el pecho de Jesús uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba.

Romanos 7:4

Por manera que a vosotros también, hermanos míos, se os hizo morir a la ley por medio del cuerpo muerto de Cristo, para que vinieseis a ser de otro, a saber, de Aquel que fué resucitado de entre los muertos; a fin de que produzcamos fruto para Dios.

Gálatas 4:19

Hijitos míos, por quienes estoy otra vez en dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

1 Pedro 1:21

a causa de vosotros, que por medio de él sois ahora creyentes en Dios, el cual le resucitó de entre los muertos y le dió gloria, para que vuestra fe y esperanza fuesen en Dios.

Apocalipsis 12:6

Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la sustentasen mil doscientos y sesenta días.