tu cuello como una torre de marfil; tus ojos como los estanques de Hesbón, junto a la puerta de Batrabbim; tu nariz como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco.
Y puso David guarniciones en Siria de Damasco; y los Siros vinieron a ser siervos de David, y trajeron presentes. Y Jehová hizo triunfar a David dondequiera que iba.
Porque tenía el rey una flota de Tarsis, la cual salía a la mar con la flota de Hiram: una vez en cada tres años la flota de Tarsis venía, trayendo oro, y plata, marfil, y monos, y pavos reales.
Y las demás cosas de Acab, y todo lo que hizo, y la casa de marfil que edificó, y todas las ciudades que reedificó; ¿no están escritas en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Porque edificó primero la Casa del Bosque del Líbano, (cuya longitud era de cien codos, y su anchura de cincuenta codos, y su altura de treinta codos,) sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro por encima de las columnas.
y todas las ciudades de municiones que tenía Salomón, y las ciudades de los carros de guerra, y las ciudades de la gente de a caballo: en fin, todo cuanto quiso edificar Salomón en Jerusalem, y en el Líbano, y en toda la tierra de su dominio.
a Baalat también, con todas las ciudades de municiones que tenía Salomón, y todas las ciudades de los carros de guerra, y las ciudades de la caballería; con todo lo que por gusto suyo edificó Salomón en Jerusalem, y en el Líbano, y en toda la tierra de su dominio.
¡HE aquí que eres hermosa, oh amiga mía, he aquí que eres hermosa! ¡Tus ojos son como palomas detrás de tu velo; tus cabellos, como manadas de cabras, que se recuestan en las laderas del monte Galaad;
¡No temas, porque no serás avergonzada! ¡ni te ruborices, porque no serás abochornada! porque te olvidarás de la afrenta de tu juventud, y del oprobio de tu viudez no te acordarás más.
Pero el alimento sólido es de los hombres hechos; es decir, de aquéllos que por medio del uso, tienen sus sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.