En seguida repartió entre todo el pueblo, a cada uno de la muchedumbre de Israel, a los hombres y a las mujeres, a cada cual una torta de pan, y un pedazo de carne, y un pan de pasas: con esto se fué todo el pueblo, cada cual a su casa.
Subiré, digo para mí, en la palma, asiré las ramas de ella; ¡sean pues tus pechos como los racimos de la vid, y la fragancia de tu aliento como de manzanas,
Y JEHOVÁ me dijo: Anda otra vez, ama a una mujer que es amada de su marido, y con todo es adúltera; conforme al amor de Jehová hacia los hijos de Israel, mientras que ellos de su parte se vuelven a otros dioses, y aman los panes de pasas.