y, madrugando para salir a las viñas, veamos si las vides han brotado y están en cierne; si los ganados han echado sus flores: allí te daré mis caricias.
Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo, y tu paciencia; y que no puedes sufrir a los malos, y que has probado a los que a sí mismos se llaman apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;