Por medio de estas tres plagas fué muerta la tercera parte de los hombres; es decir, por el fuego y el humo y el azufre que salían de las bocas de ellos.
¶Y el tercer ángel tocó la trompeta: y cayó del cielo una grande estrella, ardiendo como una tea; la cual cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas:
y el nombre de la estrella era Ajenjo: y convirtióse la tercera parte de las aguas en ajenjo; y muchos de los hombres murieron a causa de las aguas, porque se tornaron amargas.
¶Y el cuarto ángel tocó la trompeta: y fué herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; para que fuese entenebrecida la tercera parte de ellos, y para que el día no resplandeciese en su tercera parte, y de la misma manera, la noche.
¶Y el primer ángel tocó la trompeta: y hubo granizo y fuego mezclados con sangre; lo cual fué arrojado a la tierra: y la tercera parte de la tierra fué quemada, y la tercera parte de los árboles fué quemada, y toda la hierba verde fué quemada.
¶Y el segundo ángel tocó la trompeta: y una como grande montaña, ardiendo en fuego, fué arrojada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre;
Y así ví los caballos en la visión, y a los que estaban sentados sobre ellos, los cuales tenían corazas como de fuego, y de color de jacinto, y de azufre; y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de sus bocas salían fuego y humo y azufre.
Pues que el poder de los caballos en su boca está, y en sus colas; porque sus colas son parecidas a serpientes, y tienen cabezas; y con éstas hacen daño.