Y delante del trono había un mar de vidrio, parecido al cristal; y en medio, delante del trono, y alrededor del trono, había cuatro seres vivientes, llenos de ojos, delante y detrás.
¶Hizo también un mar, de bronce fundido, que tenía diez codos de diámetro, del un borde al otro borde; perfectamente redondo; y de cinco codos era su altura; en tanto que un cordón de treinta codos medía la circunferencia en derredor.
¶Hizo también la fuente de bronce, con su base de bronce, fabricándola de los espejos de las mujeres de la milicia sagrada, que asistían a la entrada del Tabernáculo de Reunión.
Y todo su cuerpo, y sus espaldas, y sus manos, y sus alas, y las ruedas, llenos estaban de ojos por todos lados, es decir, las ruedas que tenían los cuatro querubines.
Y cada uno de los seres vivientes tenía cuatro caras: la primera cara, cara de querubín, y la segunda cara, cara de hombre, y a tercera cara, de león, y la cuarta cara, de águila.
y cantaban como si fuese un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos: y nadie podía aprender aquel cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil, que fueron rescatados de sobre la tierra.
¶Y ví como si fuese un mar de vidrio revuelto con fuego; y los que habían salido victoriosos de la prueba de la bestia, y de su imagen, y del número de su nombre, estaban sobre aquel mar de vidrio, teniendo arpas de Dios.
Y en torno del trono había veinticuatro tronos, y sobre los tronos ví sentados veinticuatro ancianos, revestidos de ropas blancas; y sobre sus cabezas había coronas de oro.
Y mirando yo, oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos; y era el número de ellos millones de millones, y millares de minares;
¶Y ví, de pie en medio de ellos, entre el trono y los cuatro seres vivientes de una parte, y los ancianos de otra, a un cordero, que parecía como si hubiese sido inmolado; el cual tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios, enviados por toda la tierra;
¶Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, delante del Cordero, teniendo cada cual un arpa, y tazones de oro llenos de incienso, que son las oraciones de los santos.
Y oí una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; y: No dañes el aceite ni el vino.
Y todos los ángeles estaban de pie en torno del trono, y en torno de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y cayeron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
porque el Cordero, que está en medio, delante del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua de vida; y limpiará Dios de los ojos de ellos toda lágrima.