Y cuando se levantó muy de mañana el criado del varón de Dios, y hubo salido fuera, he aquí el ejército que cercaba la ciudad en derredor, con los caballos y los carros. Entonces le dijo su criado: ¡Ay, señor mío! ¿qué hemos de hacer?
Porque ya ha mucho que les está aparejado Tofet; para el rey también está preparado; lo ha ahondado, lo ha ensanchado; su pira es de fuego y de leña abundante; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende.
En efecto, salió el ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los Asirios ciento ochenta y cinco mil hombres; y cuando se levantaron por la mañana los que sobrevivieron, he aquí que todos ellos eran cuerpos muertos.
Y subirás contra mi pueblo Israel como una nube que cubre la tierra; en los postreros días ha de ser esto; y yo te haré subir contra mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando me haga santificar en ti, oh Gog, delante de sus mismos ojos.
Y ejecutaré juicios sobre él. con peste y sangre; y con aguaceros inundadores, y pedrisco, y fuego y azufre, lloveré sobre él, y sobre sus hordas, y sobre los muchos pueblos que le acompañan.
Va delante de ellos aquel que les abre paso; se abren paso, y van por la puerta, y salen por ella: y pasa su Rey delante de ellos; sí, Jehová mismo está a su frente.
Pues he aquí que voy a levantar a los Caldeos, nación despiadada y presurosa; la cual andará por la anchura de la tierra, para posesionarse de moradas que no son suyas.
MAS sucedió que murmuró el pueblo, hablando perversamente en oídos de Jehová; lo cual oyó Jehová, y encendióse su ira; de modo que ardió en medio de ellos el fuego de Jehová, y devoraba por todo el campamento.
Y viendo esto sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que baje fuego del cielo, que los consuma, como también lo hizo Elías?
Porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte, y para entregar tus enemigos delante de ti; por lo mismo tu campamento ha de ser santo; no sea que él vea en medio de ti cosas vergonzosas, y se aparte de ti.
Y si alguno procura dañarlos, fuego procede de sus bocas, y devora a sus enemigos; y si alguno procurare dañarlos, es menester que de esta manera sea muerto.