Y también tenemos, más firme, la palabra profética; a la cual hacéis bien en estar atentos, como a una lámpara que luce en un lugar tenebroso, hasta que el día esclarezca, y el lucero nazca en vuestros corazones;
Amados míos, ahora somos hijos de Dios; y todavía no ha sido manifestado lo que hemos de ser; sabemos empero, que cuando él fuere manifestado, nosotros seremos semejantes a él, porque le veremos tal como es.
¶Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas a las iglesias. Yo soy la raíz y el vástago de David, la estrella resplandeciente de la mañana.