También el rey respondió a Daniel, y dijo: ¡Es verdad que vuestro Dios es Dios de los dioses, y Señor de los señores, y revelador de secretos; visto que tú has podido revelar este secreto!
porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, y poderoso, y terrible, que no hace acepción de personas ni toma regalos;
y de Jesucristo, que es el fiel testigo, el primogénito de entre los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. A Aquel que nos ama, y nos ha lavado de nuestros pecados en su misma sangre,
Éstos harán guerra contra el Cordero; y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de los señores, y Rey de los reyes, y los que con él están, son llamados y escogidos y fieles.
Quien tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del maná escondido; y le daré una piedrecita blanca. y esculpido en la piedrecita un nombre nuevo, que ninguno sabe sino aquel que lo recibe.