¶Y oí otra voz procedente del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis en sus pecados, y para que no recibáis de sus plagas;
Lot pues salió y habló con sus yernos, que habían tomado sus hijas, y dijo: ¡Levantaos, salid de este lugar; que Jehová va a destruir esta ciudad! Mas era como quien se burla, en el parecer de sus yernos.
¡Salid de Babilonia, huíd de los Caldeos! con voz de cántico anunciad, sí, haced saber esto; haced salir las nuevas hasta los fines de la tierra; decid: ¡Jehová ha redimido a su siervo Jacob!
¡Huíd de en medio de Babilonia! ¡ponga en salvo cada cual su vida! no sea que perezcáis en el castigo de su iniquidad: porque tiempo es de la venganza de Jehová; él va a darle la recompensa.
A lo que responden: ¡Hemos curado a Babilonia, mas ella no pudo sanar! ¡abandonadla, y vámonos cada cual a su tierra, porque su castigo alcanza hasta el cielo, y se eleva hasta las nubes!