Así dice Jehová: He aquí aguas que se alzan de la parte del Norte, las cuales llegarán a ser un torrente inundador; e inundarán la tierra y cuanto ella contiene, las ciudades y los que en ellas habitan: y clamarán los hombres, y todos los habitantes del país se plañirán.
porque Jehová está despojando a Babilonia, y destruye de en medio de ella su grande bullicio: y las olas de los enemigos resuenan como las muchas aguas, y dase al viento la algazara de su voz:
Las aguas le engrandecieron; los hondos manantiales le hicieron elevarse: sus ríos corrían al rededor del lugar donde estaba plantado, y enviaron sus conductos a todos los árboles del campo.
Y VINO uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones, y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré el juicio de la gran ramera, que está sentada sobre muchas aguas;
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: ¡Digno eres tú de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste inmolado, y has adquirido para Dios con tu misma sangre, hombres de toda tribu, y lengua, y pueblo, y nación;