Pero Josías no quiso apartar su rostro de él, sino antes se disfrazó para darle batalla, no escuchando las razones de Necao, que eran de boca de Dios; y trabó batalla en el Valle de Meguido.
Y habiendo todos nosotros caído en tierra, oí una voz que me decía en lengua hebrea: ¡Saulo! ¡Saulo! ¿por qué me persigues? ¡dura cosa te es dar coces contra el aguijón!
Éstos harán guerra contra el Cordero; y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de los señores, y Rey de los reyes, y los que con él están, son llamados y escogidos y fieles.