Así dice Ciro rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me los ha dado Jehová, el Dios del cielo; y me ha encargado que le edifique Casa en Jerusalem, que está en Judá. Quienquiera pues que haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, para que suba allá.
Así dice Ciro rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me los ha dado Jehová, el Dios del cielo; y él me ha encargado que le edifique Casa en Jerusalem, que está en Judá.
Por lo cual, de mi parte, es decir, por mí, el rey Artajerjes, es dada orden a todos los tesoreros que están más allá del río, que todo lo que os pidiere Esdras sacerdote, escriba de la ley del Dios del cielo, con diligencia le sea concedido,
Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea puntualmente hecho para la Casa del Dios del cielo; pues ¿por qué ha de estallar la ira de Dios contra el reino del rey y de sus hijos?
¶Empero en los días de aquellos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruído, y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y acabará con todos aquellos reinos, en tanto que él mismo permanecerá para todos lossiglos;
Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.
¶Y salió el primero, y derramó su tazón sobre la tierra; y convirtióse en úlcera maligna y gravosa en los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.
Y cayó del cielo sobre los hombres un pedrisco grande; cada piedra como del peso de un talento: y los hombres blasfemaron de Dios, a causa del pedrisco; porque la plaga de él fué sobremanera grande.
Y ardieron los hombres con grande calor, y blasfemaron el nombre de Dios, el cual tiene el poder sobre estas plagas; y no se arrepintieron para darle gloria.