Derrama antes tu ardiente indignación sobre las naciones que no te conocen, y sobre las familias que no invocan tu nombre; porque han devorado a Jacob, sí, le han devorado y consumido, y han asolado su habitación.
Y aquel que estaba sentado en él habló al varón vestido de lino blanco, diciendo: Entra en medio de las ruedas, por debajo del querubín, y llena tus manos de ascuas de fuego de en medio de los querubines, y espárcelas sobre la ciudad. Y él entró delante de mi vista.
Por tanto, he derramado sobre ellos mi indignación; con el fuego de mi ira los he consumido: he dado con su camino sobre su misma cabeza, dice Jehová el Señor.
Por tanto esperadme a mí, dice Jehová, hasta el día que me levante a la presa: porque es mi propósito reunir las naciones y juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación, es decir, todo el ardor de mi ira; pues con el ardor de mis celos será devorada toda la tierra.
¶Y fué abierto el templo de Dios en el cielo, y fué vista en su templo el arca de su pacto: y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande pedrisco.
Y otro ángel salió del templo, clamando a gran voz a aquel que estaba sentado sobre la nube: ¡Echa tu hoz, y siega; porque ha llegado la hora de segar; porque la mies de la tierra está ya resecada!
Y otro ángel salió de junto al altar, el cual tenía poder sobre el fuego; y clamó a gran voz a aquel que tenía la hoz aguda, diciendo: ¡Echa tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas están maduras!
Ahora pues, anda y hiere a Amalec; y destruíd completamente todo lo suyo, sin tenerle compasión alguna; antes harás morir hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos.