él también beberá del vino de la ira de Dios, que está preparado sin mezcla alguna en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre, en la presencia de los santos ángeles, y en la presencia del Cordero:
Y VINO uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones, y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré el juicio de la gran ramera, que está sentada sobre muchas aguas;
Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar de la fiereza de la ira de Dios Todopoderoso.
¶Y vino uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones llenos de las siete postreras plagas; y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré la novia, la esposa del Cordero.
¶Y ví y oí un águila volando en medio del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay, ay, ay de los que habitan sobre la tierra, a causa de las otras voces de trompeta, de los tres ángeles que han de tocar sus trompetas todavía!
Y el residuo de los hombres, los que no fueron muertos con estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos, para dejar el culto de los demonios, con los ídolos de oro, y de plata, y de bronce, y de piedra, y de palo; los cuales no pueden ni ver, ni oír, ni andar;