En esto hay sabiduría. El que tenga inteligencia, calcule el número de la bestia, porque es número de un hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis.
Muchos serán purificados y emblanquecidos y acrisolados; pero los malos seguirán haciendo maldades; y no entenderá ninguno de los malhechores; mas los sabios entenderán.
¿Quién es el sabio que entenderá estas cosas, el prudente que las conocerá? porque rectos son los caminos de Jehová, y los justos andarán en ellos; mas los transgresores, en ellos caerán.
¶Cuando viereis, pues, la abominación desoladora, de que habló Daniel el profeta, estar donde no debe (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a las montañas;
Mas si nuestra injusticia da realce a la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿será acaso Dios injusto que la visita con ira? (hablo como suelen hablar los hombres.)
Porque solamente Og, rey de Basán, quedaba del resto de los gigantes. He aquí su cama, cama de hierro, ¿no está todavía en Rabbá de los Ammonitas? de nueve codos es su longitud, y de cuatro codos su anchura, según el codo de un hombre.
¶Y ví como si fuese un mar de vidrio revuelto con fuego; y los que habían salido victoriosos de la prueba de la bestia, y de su imagen, y del número de su nombre, estaban sobre aquel mar de vidrio, teniendo arpas de Dios.