Si alguno lleva en cautiverio, al cautiverio irá; si alguno mata con espada, es preciso que él sea muerto a espada. En esto está la paciencia y la fe de los santos.
Porque los pueblos los tomarán y los traerán a su propio lugar; y los poseerá la casa de Jacob en la tierra de Jehová, por siervos y por siervas. Así tomarán cautivos a aquellos que los cautivaron a ellos, y tendrán el dominio de sus opresores.
Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar a los habitantes de la tierra por su iniquidad; la tierra también descubrirá sus homicidios, y no encubrirá más sus muertos.
¡AY de ti que saqueas, y tú no has sido saqueado, que obras pérfidamente, y no obraron pérfidamente contigo! cuando acabares de saquear, tú serás saqueado; y cuando dieres fin a obrar pérfidamente, obrarán pérfidamente contigo.
Y será que si te preguntaren: ¿A dónde hemos de salir? les responderás: Así dice Jehová: ¡El que a muerte, a muerte; y el que a espada, a espada; y el que a hambre, a hambre; y el que a cautiverio, a cautiverio!
porque vendrá y herirá la tierra de Egipto; entregando los que son para muerte a la muerte, y los que son para cautiverio al cautiverio, y los que son para espada a la espada.
Porque la visión todavía tardará hasta el plazo señalado; bien que se apresura hacia el fin, y no engañará la esperanza: aunque tardare, aguárdala, porque de seguro vendrá, no se tardará.
¶Yo Juan, vuestro hermano, y participante con vosotros en la tribulación, y en el reino y la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
Y airáronse las naciones, y ha venido ya tu ira, y el tiempo de los muertos para ser juzgados, y el tiempo de dar su galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
La bestia que viste, ha sido y no es, y está para salir del abismo, e irse a la perdición: Y los que habitan sobre la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se maravillarán al ver la bestia, como ha sido, y no es, y ha de ser.
Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo, y tu paciencia; y que no puedes sufrir a los malos, y que has probado a los que a sí mismos se llaman apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
Por cuanto has guardado mi precepto de paciencia, yo también te guardaré de la hora de prueba que ha de venir sobre todo el mundo habitado, para probar a los que habitan sobre la tierra.
Recuerda pues lo que has recibido y has oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Si por tanto no vigilares, yo vendré como ladrón, y tú no sabrás a que hora vendré sobre ti.