Y sus cuerpos muertos yacerán en la plaza de la gran ciudad, que se llama simbólicamente Sodoma y Egipto, en donde también el Señor de ellos fué crucificado.
Dijo también Jehová: He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus exactores; porque conozco sus dolores;
El aspecto de su semblante testifica contra ellos; pues que publican su pecado como Sodoma; no lo encubren. ¡Ay de ellos! porque han allegado el mal para sí mismos.
Asimismo en los profetas de Jerusalem he visto cosa horrible: cometen adulterio, y andan en la mentira, y esfuerzan las manos de los malhechores para que ninguno se vuelva de su maldad: todos ellos se me han hecho como Sodoma, y los habitantes de esta tierra como Gomorra.
Y tu hermana mayor era Samaria, ella y sus hijas, que habitaban a tu izquierda; y tu hermana menor, la cual habitaba a tu derecha, era Sodoma y sus hijas.
He aquí que fué esta la iniquidad de tu hermana Sodoma: La soberbia, la hartura de pan y el reposo próspero, que tenía ella y sus hijas; y no apoyaba la mano del pobre y del menesteroso.
Y así pondré término a tu execrable lascivia, y a tu fornicación traída de la tierra de Egipto; de modo que no alzarás más tus ojos a los ídolos, y no te acordarás más de Egipto.
Ni tampoco dejó sus fornicaciones traídas de Egipto; porque allí en su mocedad se acostaron con ella, y estrujaron las tetas de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación.
¶Y me dijo: Hijo del hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que dicen: ¡Se han secado nuestros huesos, y ha perecido nuestra esperanza; somos enteramente cortados!
A algunos de vosotros he derribado como derribó Dios a Sodoma y Gomorra; y fuisteis los restantes como un tizón arrebatado de en medio del incendio: mas no os habéis convertido a mí, dice Jehová.
y después han caído en la apostasía, — imposible es renovarlos otra vez para arrepentimiento; habiendo ellos crucificado de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y habiéndole expuesto a la ignominia pública.
y si tornó en cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las condenó con destrucción, poniéndolas para escarmiento de los que después hubiesen de vivir impíamente,
¶Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades en torno de ellas, de la misma manera que éstos, habiéndose entregado a la fornicación, y yendo descaminados en pos de otra carne, nos están propuestas, como escarmiento, sufriendo el castigo de fuego eterno.
Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.
Y fué pisado el lagar fuera de la ciudad; y del lagar salió sangre, que llegaba hasta los frenos de los caballos, por espacio de mil seiscientos estadios.
¶Y otro ángel, el segundo, le siguió, diciendo: ¡Caída, caída es la gran Babilonia, la cual ha hecho que todas las naciones beban del vino de la ira de su fornicación!
Y la gran ciudad fué dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron: y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para que se le diese el cáliz del vino de su ira.
Y VINO uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones, y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré el juicio de la gran ramera, que está sentada sobre muchas aguas;
estando ellos a lo lejos, por temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad de Babilonia, de aquella ciudad poderosa; porque en una sola hora ha venido tu juicio!
Y clamó con poderosa voz, diciendo: ¡Caída, caída es la gran Babilonia, y ha venido a ser albergue de demonios, y guarida de todo género de espíritu inmundo, y encierro de toda ave inmunda y aborrecible!
¶Y un ángel poderoso alzó una piedra, como si fuese una gran piedra de molino, y arrojóla en el mar, diciendo: Así con caída espantosa será derribada Babilonia, aquella gran ciudad, y no será hallada más.