¡Dad gloria a Jehová vuestro Dios, antes que él cause tinieblas, y antes que tropiecen vuestros pies en las montañas tenebrosas; y mientras esperáis la luz, él la torne en sombra de muerte, y la convierta en densas tinieblas!
Languidece la que ha dado a luz siete: a punto está de expirar; púsose su sol cuando era aún de día; ha sido avergonzada y confundida: y los que quedaren de sus hijos, los entregaré a la espada, delante de sus enemigos, dice Jehová.
Porque he aquí que él es quien formó las montañas, y creó el viento, y anunció al hombre lo que es su pensamiento; el cual convierte la aurora en tinieblas, y anda sobre las alturas de la tierra; Jehová, el Dios de los Ejércitos, es su nombre.
buscad al que hizo las Pléyades y el Orión; al que vuelve en mañana las más densas tinieblas, y al día lo obscurece con la noche; al que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la haz de la tierra, (Jehová es su nombre;)
Por lo tanto, tendréis noche obscura en vez de visión, y tendréis tinieblas en vez de adivinación; y el sol se pondrá sobre aquellos profetas, y el día se obscurecerá alrededor de ellos.
¶Y luego, después de la tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán conmovidos:
¶Y ví cuando abrió el sexto sello; y sucedió un gran terremoto, y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se volvió toda roja como sangre,
¶Y el cuarto ángel tocó la trompeta: y fué herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; para que fuese entenebrecida la tercera parte de ellos, y para que el día no resplandeciese en su tercera parte, y de la misma manera, la noche.