Y las canciones del palacio se convertirán en aullidos en aquel día, dice Jehová el Señor: serán muchos los cadáveres; en todo lugar los echarán fuera con silencio.
En efecto, salió el ángel de Jehová, e hirió en el campamento de los Asirios ciento ochenta y cinco mil hombres; y cuando se levantaron por la mañana los que sobrevivieron, he aquí que todos ellos eran cuerpos muertos.
Por tanto, así dice Jehová respecto de Joaquim hijo de Josías, rey de Judá: No le endecharán, como los que dicen: ¡Ay, hermano mío! o, ¡Ay, hermana mía! No le endecharán, diciendo: ¡Ay, señor mío! o, ¡Ay, la gloria suya!
YOD.- Se sientan en tierra y guardan silencio los ancianos de la hija de Sión; echan polvo sobre sus cabezas; se ciñen de saco: las vírgenes de Jerusalem tienen abatidas las cabezas hasta la tierra.
¡Ceñíos de saco y plañid, oh sacerdotes! ¡aullad, vosotros ministros del altar! ¡venid, yaced toda la noche en sacos, vosotros los ministros de mi Dios! ¡porque la ofrenda vegetal y las libaciones han sido apartadas de la Casa de Jehová!
Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto mismo es lo que habló Jehová, diciendo: He de ser santificado por los que se me acercan, y delante de todo el pueblo seré tenido en honra. Y Aarón enmudeció.
He enviado contra vosotros la peste a manera de la de Egipto; he matado a vuestros jóvenes con la espada, juntamente con vuestros caballos apresados; e hice que el hedor de vuestros campamentos subiese en vuestras narices: mas no os habéis convertido a mí, dice Jehová.
Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Señor: Por todas las calles habrá lamentos, y en todas las afueras de la ciudad, dirán: ¡Ay! ¡ay! a los labradores los llamarán al lloro, y a los lamentos a todos los que saben endechar.
Jehová el Señor ha jurado por sí mismo; Jehová el Dios de los Ejércitos ha dicho: Aborrezco la excelencia de Jacob, y tengo odiados sus palacios; por lo cual entregaré la ciudad, con cuanto contiene.
Convertiré también vuestros fiestas en llanto, y todos vuestras cantares en endechas; y haré subir cilicio sobre todos los lomos, y peladura sobre todas las cabezas; y pondré la tierra de duelo, como por un hijo único, y su fin será como un día de amargura.
y de caballería que carga! ¡Se ve también el brillo de la espada, y el relampagueo de la lanza! y hay una multitud de muertos; montones de cadáveres; y no hay fin de los cuerpos muertos: tropiezan las gentes contra los cuerpos muertos.
¡Guarda silencio delante de Jehová el Señor! porque cercano está el día de Jehová; porque Jehová ha aparejado un sacrificio, ha santificado sus convidados.