Jehová el Señor me mostró esta visión: He aquí que Jehová el Señor llamó a Israel a contender con fuego; y éste devoró el grande abismo, e iba a devorar la tierra.
¡Oh casa de David, así dice Jehová! ¡Administrad la justicia prestamente, y librad al robado de mano del opresor, no sea que salga mi indignación como fuego, y arda de modo que no haya quien la apague, a causa de la maldad de vuestros hechos!
Circuncidaos para Jehová, quitando los prepucios de vuestros corazones, oh hombres de Judá y moradores de Jerusalem; no sea que salga, como fuego, mi ira, y arda de modo que no haya quien la apague, a causa de la maldad de vuestros hechos.
A algunos de vosotros he derribado como derribó Dios a Sodoma y Gomorra; y fuisteis los restantes como un tizón arrebatado de en medio del incendio: mas no os habéis convertido a mí, dice Jehová.
JEHOVÁ el Señor me mostró esta visión. He aquí que él iba criando langostas, cuando comenzaba a nacer la hierba tardía; y he aquí que era la hierba tardía que nació después de la segada del rey.
Y se derretirán las montañas debajo de él, y los valles se henderán; como la cera delante del fuego serán, y como las aguas que se precipitan por un despeñadero.
Delante de su indignación ¿quién podrá estar en pie? ¿o quién aguantará el ardor de su ira? ¡derrámase como fuego su encono, y los peñascos se despedazan con él!
Porque se ha encendido un fuego en mi ira que arderá hasta lo más hondo del infierno; y consumirá la tierra y sus productos, y abrasará los cimientos de los montes.
DESPUÉS de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo, y la primera voz que oí, voz como de trompeta, fué de uno que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá; y te mostraré las cosas que han de suceder después de éstas.