La soberbia de tu corazón te ha engañado, oh tú que habitas en las hendiduras de la peña, y cuya morada está puesta en alto; el mismo que dice en su corazón: ¿Quién me hará bajar a tierra?
Y a otros diez mil los tomaron vivos los hijos de Judá, y llevándolos a la cumbre de la peña, los echaron abajo desde la cumbre de la peña; y todos ellos fueron hechos pedazos.
He aquí que estoy contra ti, oh habitadora del valle; y de la peña de la mesa, dice Jehová: vosotros, que decís: ¿Quién descenderá contra nosotros? ¿o quién podrá entrar en nuestras moradas?
En cuanto a tu terribilidad, te ha engañado la soberbia de tu corazón, ¡oh tú que habitas en las hendiduras de la peña, tú que tienes asida la cima del collado! pues aunque pusieres tu nido tan alto como el águila, de allí te haré bajar, dice Jehová;
¿Por qué te glorías de los amenos valles, de tu Valle que mana abundancia, oh hija rebelde? tú, que confiaste en tus tesoros, diciendo: ¿Quién vendrá contra mí?
A causa de la abundancia de tu tráfico, llenaron tus calles de violencia, y tu has pecado; por tanto yo te degrado, echándote del monte de Dios; y te destruyo, ¡oh querubín que cubres con tus alas! y te echo de en medio de las piedras de fuego.
Aunque diga Edom: Hemos sido destruídos, pero volveremos a edificar las ruinas; así dice Jehová de los Ejércitos: Ellos edificarán, mas yo echaré por tierra; y se les llamará, País de iniquidad; y, Pueblo contra quien Jehová tiene indignación para siempre.