Y ahora, oh Jehová Señor, tú solo eres Dios, y tus palabras serán firmes; y tú has prometido a tu siervo este bien.
Pasó pues Jehová por delante de él, proclamando: ¡Jehová, Jehová, Dios compasivo y clemente, lento en iras y grande en misericordia y en fidelidad;
Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de Adam, para que mude de propósito. ¿Ha dicho él, y acaso no lo hará? ¿o ha hablado, y dejará de cumplir su palabra?
¡Santifícalos con la verdad: tu palabra es la verdad.
con esperanza de vida eterna, la que Dios, que no puede mentir, prometió antes de los tiempos de los siglos,