las cuales labraron los maestros de Salomón, y los maestros de Hiram, con los Giblaitas. De esta suerte preparaban las maderas y las piedras para edificar la Casa.
Y dieron dinero a los canteros y los artífices; y también comida y bebida y aceite a los de Sidón y de Tiro, para que trajesen maderas de cedro desde el Líbano por mar a Joppe, conforme al permiso que tenían de Ciro rey de Persia.
Hijo del hombre, por cuanto dice Tiro contra Jerusalem: ¡Ea! ¡quebrantada está la que era puerta de los pueblos; se me ha vuelto a mí; yo estaré surtida, ahora que ella está asolada!
Y la línea torcía hacia Ramá, y hacia la plaza fuerte de Tiro: luego la línea torcía hacia Hosa; y alcanzaban sus extremos al Mar Grande, en el distrito de Aczib;