Y plañeron y lloraron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl, y por Jonatán su hijo, y por el pueblo de Jehová, y por la casa de Israel; porque habían caído a cuchillo.
Entonces el rey fué profundamente conmovido, y se subió a la cámara que estaba sobre la puerta, y allí lloraba; y decía así en tanto que se iba: ¡Hijo mío, Absalom! ¡hijo mío, hijo mío, Absalom ¡quién me diera que hubiera yo muerto en lugar de ti, oh Absalom, hijo mío, hijo mío!
Entonces David dió orden a sus mancebos, los cuales los mataron; y cortándoles las manos y los pies, los colgaron junto al estanque en Hebrón; mas la cabeza de Is-boset la tomaron y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón.