MAS se hizo larga la guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; David empero se hacía más y más fuerte, y la casa de Saúl se hacía más y más débil.
Me has librado también de las contiendas de mi pueblo; me continúas preservando, para hacerme cabeza de las naciones: pueblos que nunca conocí me servirán.
Y refirió Hamán a Zeres su mujer y a todos sus amigos todo lo que le había acontecido. Entonces le dijeron sus sabios y Zeres su mujer: Si de raza judaica es Mardoqueo, delante de quien tú has comenzado a caer, no le vencerás, sino que caerás del todo delante de él.
Porque la carne codicia contra el espíritu, y el espíritu contra la carne; pues que éstos son contrarios entre sí; de modo que no podéis hacer las cosas que quisiereis.
Porque no tenemos nuestra lucha contra carne y sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este mundo, contra las huestes espirituales de iniquidad en las regiones celestiales.