Dijo entonces Arauna al rey: Tome el rey mi señor, y ofrezca lo que sea bueno en su vista. Mira, aquí hay bueyes para el holocausto, y los trillos y demás aparejos de los bueyes para leña.
Volvió pues de en pos de él, y tomando una yunta de bueyes, los degolló, y con los instrumentos de los bueyes coció la carne de ellos, y la dió a la gente, y ellos comieron; luego se levantó, y fué tras de Elías y le asistía.
Entonces dijo David a Ornán: Dame el recinto de la era para que edifique en él un altar a Jehová (por su pleno valor me la darás), para que se detenga la plaga que asuela al pueblo.
y edificarás en debida forma otro altar a Jehová tu Dios sobre la cumbre de este peñasco; luego tomarás aquel segundo toro, y le ofrecerás en holocausto con la madera de la Ashera que habrás cortado.
Y el carro vino al campo de Josué bet-semita, y se detuvo allí, donde había una gran piedra. Ellos entonces partieron las maderas del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová.