Entonces aparecieron las canales del mar, fueron hechos patentes los cimientos del mundo, por la reprensión de Jehová, por el soplo del resuello de su ira.
Entonces aparecieron las canales de las aguas; fueron hechos patentes los cimientos del mundo, por tu reprensión, oh Jehová; por el soplo del resuello de tu ira.
Y el monte Sinaí estaba humeando todo él, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y subía su humo como humo de un horno; y todo el monte temblaba en gran manera.
He aquí que viene el Nombre de Jehová de lejos; arde su ira, y es densa la humareda, sus labios están llenos de indignación, y su lengua es como fuego devorador,
Porque ya ha mucho que les está aparejado Tofet; para el rey también está preparado; lo ha ahondado, lo ha ensanchado; su pira es de fuego y de leña abundante; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende.
Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos: por cuanto decís esto; he aquí, yo hago que mis palabras en tu boca sean el fuego, y este pueblo la leña, para que los devore.
Porque se ha encendido un fuego en mi ira que arderá hasta lo más hondo del infierno; y consumirá la tierra y sus productos, y abrasará los cimientos de los montes.