En mi angustia seguí clamando a Jehová, si, seguí pidiendo auxilio a mi Dios: él oía desde su templo mi voz, y mi clamor llegaba delante de él, y entró en sus oídos.
Una sola cosa he pedido a Jehová, y ésta buscaré; que more yo en la Casa de Jehová todos los días de mi vida, para mirar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su Templo.
Dijo también Jehová: He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus exactores; porque conozco sus dolores;
El cual Jesús, en los días de su carne, ofreció oraciones y también súplicas, con vehemente clamor y lágrimas, a aquel que era poderoso para librarle de la muerte; y fué oído y librado de su temor.
He aquí que el jornal de los trabajadores que han segado vuestros campos, el cual ha sido detenido fraudulentamente por vosotros, clama; y los clamores de los segadores han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.