Y el hijo de tierra extraña que se ha unido a Jehová, no hable, diciendo: ¡Jehová me separa totalmente de su pueblo! ni diga el eunuco: ¡He aquí que yo soy un árbol seco!
Asimismo respecto de los hijos de tierra extraña que se unen a Jehová, para asistirle, y para amar el nombre de Jehová, para ser siervos suyos; todo aquel que guarda el día del descanso para no profanarlo, y se esfuerza en cumplir mi pacto;
¡Dichoso eres, oh Israel! ¡quién como tú, oh pueblo salvado en Jehová, el escudo de tu auxilio, que también es la espada de tu grandeza! Más tus enemigos despavoridos te dirán lisonjas serviles. mientras que tú andarás triunfante sobre sus alturas.