¡OH Jehová! no se ha ensoberbecido mi corazón, ni se han enaltecido mis ojos; y no me he ocupado en asuntos muy grandes, ni en cosas demasiado maravillosas para mí.
¶Por lo cual entraron Moisés y Aarón a donde estaba Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová, el Dios de los Hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que ellos me sirvan.
Ahora acabo de conocer que Jehová es más grande que todos los dioses: pues en aquello mismo en que los adversarios se mostraron altivos, él fué más alto que ellos.
En todas sus aflicciones él fué afligido, y el Ángel de su presencia los salvaba; en su amor y en su compasión los redimió, y los alzaba en brazos, y los llevaba todos los días de la antigüedad.
Ahora pues yoNabucodonosor alabo, ensalzo y glorifico al Rey del cielo; porque todas sus obras son verdad, y sus caminos justicia, y a aquellos que andan con soberbia, él los puede abatir.