¶Conociendo pues el temor que al Señor se le debe, persuadimos a los hombres; pero hemos sido manifestados a Dios, y espero que hemos sido manifestados también a vuestras conciencias.
POR lo cual nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, descargándonos de todo peso, y del pecado que estrechamente nos cerca, corramos con paciencia la carrera que ha sido puesta delante de nosotros;