Entonces aparecieron las canales del mar, fueron hechos patentes los cimientos del mundo, por la reprensión de Jehová, por el soplo del resuello de su ira.
¡Oíd, oh montañas, el pleito de Jehová, vosotros también, oh duraderos cimientos de la tierra! porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y con Israel argüirá su causa.