Y el rey tuvo compasión de Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, en atención al juramento de Jehová que había entre ellos, es decir, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
Dijo pues el rey a Siba: ¡He aquí que tuyo es todo lo que pertenece a Mefiboset! Y respondió Siba: ¡Me inclino ante ti! ¡halle yo gracia en tus ojos, señor mío, oh rey!
¶Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. De cinco años era cuando vino de Jezreel la infausta noticia de Saúl y de Jonatán; y su ama le alzó en brazos, y echó a huir; mas sucedió que como ella huía con sobresalto, él cayó, y quedó cojo. Y era su nombre Mefiboset.
Y labrarás para él los terrenos, tú y tus hijos y tus siervos; y traerás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan que comer; esto no obstante, Mefiboset hijo de tu señor, comerá pan siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.
Vino entonces Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a David, y cayó sobre su faz, y le hizo reverencia. Y dijo David: ¡Mefiboset! Y él respondió: He aquí a tu siervo.
Y le dijo David: No temas; porque ciertamente te he de hacer merced, por amor de Jonatán tu padre; también te restituiré todas las tierras de Saúl tu padre; y comerás pan siempre a mi mesa.
Luego dijo Jonatán a David: ¡Jehová, el Dios de Israel sea testigo! Cuando yo haya probado a mi padre, como a estas horas mañana, o el día tercero, y he aquí, resultare lo bueno para David, si entonces yo no enviare a ti y te informare de ello,
¡ni tampoco privarás a mi casa de tu favor para siempre; ni aun cuando Jehová haya cortado a los enemigos de David uno por uno de sobre la haz de la tierra!
Y dijo Jonatán a David: Véte en paz, ya que los dos nos hemos jurado en nombre de Jehová, diciendo: ¡Estese Jehová entre mí y ti, y entre mi simiente y tu simiente para siempre!
Tú empero harás merced para con tu siervo; porque has hecho entrar a tu siervo en pacto de Jehová contigo: y si hubiere en mí iniquidad, mátame tú mismo; ¿pues para qué me has de traer a tu padre?