¶Mas Ahitofel, visto que no se había seguido su consejo, aparejó su asno, y subiendo en él, se fué a su casa, a su ciudad; y dispuso su casa, y se ahorcó, y murió, y fué enterrado en el sepulcro de su padre.
Porque aun cuando todos los de la casa de mi padre no éramos sino dignos de muerte para con mi señor el rey, sin embargo pusiste a tu siervo entre los que comen a tu mesa: ¿qué derecho pues me queda todavía para reclamar más de parte del rey?
También de mi parte se ha dado orden, que si cualquier hombre mudare este mandato, se saque una viga de su misma casa, y siendo ésta enhestada, sea él colgado en ella; y conviértase su casa en muladar por esto.
Y al rey de Hai le colgó en un madero hasta la tarde. Mas cuando se puso el sol, Josué dió orden, y bajaron su cadáver del madero, y le echaron a la entrada de la ciudad, y levantaron sobre él un gran montón de piedras, que dura hasta hoy.
TOMÓ entonces Samuel una redoma de aceite, y derramólo sobre la cabeza de Saúl, y besándole, dijo: ¿No es por cuanto Jehová te ha ungido por príncipe sobre su herencia?
Entonces dijo Samuel a todo el pueblo: ¿Habéis mirado al que Jehová ha escogido, y visto que no hay ninguno semejante a él entre todo el pueblo? Y gritó todo el pueblo, diciendo: ¡Viva el rey!