En efecto, todos los hombres de Israel subieron de en pos de David, siguiendo a Seba hijo de Bicri. Pero los hombres de Judá se adhirieron a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalem.
Y POR casualidad se encontraba allí un hombre de Belial, que se llamaba Seba, hijo de Bicri, benjamita; el cual tocó trompeta, y dijo: ¡No tenemos parte en David, ni hay herencia para nosotros en el hijo de Isaí! ¡Cada hombre a su estancia, oh Israel!
El caso no es así; sino que un hombre de la serranía de Efraim (Seba hijo de Bicri es su nombre), ha levantado la mano contra el rey, contra David. Entregadme a éste solamente, y yo me retiraré de la ciudad. Y dijo la mujer a Joab: He aquí que su cabeza te será echada desde el muro.
¶Y cuando llegó David a su casa en Jerusalem, tomó el rey a las diez concubinas que había dejado para cuidar de la casa, y las puso en reclusión, y las sustentó; pero no se llegó más a ellas; y permanecieron encerradas hasta el día de su muerte, en viudez perpetua.
¶Aconteció pues que cuando supo todo Israel que había vuelto Jeroboam, enviaron a llamarle a la Congregación: y le constituyeron a él rey sobre todo Israel: no hubo quien siguiese la casa de David sino tan sólo la tribu de Judá.
Solamente vanidad son los hombres de humilde condición, mentira son los grandes; puestos en la balanza tienen que subir; ¡todos ellos juntos son menos que la vanidad!