Mientras tanto Amasa se estaba revolcando en su sangre, en la mitad de la calzada. Mas como viese aquel hombre que se paraba todo el pueblo, trasladó a Amasa de la calzada al campo, y echó sobre él una ropa, luego que advirtió cómo cada uno que llegaba junto a él se detenía.
El caso no es así; sino que un hombre de la serranía de Efraim (Seba hijo de Bicri es su nombre), ha levantado la mano contra el rey, contra David. Entregadme a éste solamente, y yo me retiraré de la ciudad. Y dijo la mujer a Joab: He aquí que su cabeza te será echada desde el muro.