Y ahora sean esforzadas vuestras manos, y sed hombres valientes; pues que ha muerto ya Saúl vuestro señor, y también la casa de Judá me ha ungido a mí por rey sobre ellos.
Ahora pues, ¡use Jehová para con vosotros de misericordia y de fidelidad! y yo también os recompensaré esta buena acción, por cuanto habéis hecho esto.
Vinieron pues todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David celebró pacto con ellos en Hebrón, delante de Jehová; y ellos ungieron a David por rey sobre Israel.
Joiada sacó entonces al hijo del rey, y puso sobre él la diadema real, y entrególe el libro del testimonio. Así le hicieron rey, ungiéndole; y dieron palmadas, y dijeron: ¡Viva el rey!
Entonces les dije cómo la mano de Dios había sido buena para conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. A lo cual ellos contestaron: ¡Levantémonos y edifiquemos! Con lo cual ellos fortalecieron sus manos para la buena obra.
todos los hombres valientes se levantaron y caminaron toda aquella noche, y quitaron el cadáver de Saúl, y los cadáveres de sus hijos, del muro de Betsán; y vinieron a Jabés, y los quemaron allí.
¶Y cuando los hombres de Israel que estaban de la otra parte del valle, y que estaban de la otra parte del Jordán, vieron que habían huído los hombres de Israel, y que eran muertos Saúl y sus hijos, dejaron las ciudades y huyeron; y vinieron los Filisteos y habitaron en ellas.
¡Esforzaos y sed hombres, oh Filisteos; no sea que vosotros seáis siervos de los Hebreos, como ellos lo han sido a vosotros: sed hombres, pues, y pelead!