Mas Joab y Abisai siguieron al alcance de Abner; y púsoseles el sol cuando llegaron al collado de Amá, que está delante de Gíah, en el camino del desierto de Gabaón.
Entonces Abner dió voces a Joab, y le dijo: ¿Ha de devorar la espada para siempre? ¿no sabes tú que habrá amargura a la postre? ¿Hasta cuándo, pues, tardarás en decir al pueblo que se vuelva de perseguir a sus hermanos?