Y exigió Manahén aquel dinero de Israel, es decir, de todos los poderosos en riquezas, para dárselo al rey de Asiria; cincuenta ciclos de plata de cada uno: por lo cual el rey de Asiria se volvió, y no se detuvo allí en el país.
Y su hacienda era siete mil ovejas y tres mil camellos, y quinientas yuntas de bueyes, y quinientas asnas, y muy numerosa servidumbre; de manera que aquel hombre era más grande que todos los hijos de Oriente.
¶Y había un hombre en Maón, que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual hombre era muy rico; pues tenía tres mil ovejas y mil cabras; y a la sazón estaba esquilando sus ovejas en el Carmelo.