Dijo entonces tu sierva: Ruégote que la respuesta de mi señor el rey sea tranquilizadora; puesto que como un ángel de Dios, así es mi señor el rey para entenderse en lo bueno y lo malo. ¡Y Jehová tu Dios sea contigo!
Para trocar la apariencia de la cosa hizo tu siervo Joab esto; y mi señor es sabio, conforme a la sabiduría de un ángel de Dios, para entender todo lo que se hace en la tierra.
Entonces preguntó el rey: ¿Y dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalem; porque ha dicho: ¡Hoy mismo me va a devolver la casa de Israel el reino de mi padre!
Dijo pues el rey a Siba: ¡He aquí que tuyo es todo lo que pertenece a Mefiboset! Y respondió Siba: ¡Me inclino ante ti! ¡halle yo gracia en tus ojos, señor mío, oh rey!
y trajo consigo mil hombres de Benjamín. Siba también, siervo de la casa de Saúl,vino y trajo consigo sus quince hijos y sus veinte siervos; y pasaron el Jordán en presencia del rey.
Dijo pues el rey: ¿Queda todavía persona de la casa de Saúl, para que yo le haga grande merced? Y Siba respondió al rey: Todavía queda un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.
Entonces respondió Aquís, y dijo a David: Yo sé que eres bueno en mis ojos como un ángel de Dios; esto no obstante, los príncipes de los Filisteos ya han dicho: No subirá con nosotros a la batalla.